El juicio de Garc¨ªa Luna destapa la ruptura entre el Cartel de Sinaloa y los Beltr¨¢n Leyva
El Grande, primer testigo del juicio contra el exfuncionario, detalla el secuestro de Garc¨ªa Luna a manos del Cartel de los Beltr¨¢n Leyva: ¡°?l segu¨ªa trabajando para todos: El Mayo y El Chapo¡±
Genaro Garc¨ªa Luna fue secuestrado por miembros del Cartel de los Beltr¨¢n Leyva sin que sus escoltas opusieran resistencia alguna. As¨ª lo revel¨® este martes Sergio Villarreal Barrag¨¢n El Grande, narcotraficante y primer testigo del juicio contra el exsecretario de Seguridad en Nueva York. El tambi¨¦n expolic¨ªa asegur¨® que Garc¨ªa Luna fue ¡°levantado¡± por Arturo Beltr¨¢n Leyva, un viejo aliado que declar¨® la guerra al Cartel de Sinaloa a principios de 2008 y que desat¨® el caos en M¨¦xico durante el primer tramo de la Presidencia de Felipe Calder¨®n (2006-2012). ¡°Para Arturo no hab¨ªa nada imposible¡±, afirm¨® El Grande. ¡°En M¨¦xico todo es posible, hay mucha corrupci¨®n¡±, remat¨® en su testimonio ante la corte de Brooklyn.
Villarreal Barrag¨¢n explic¨® con lujo de detalle c¨®mo se dio la ruptura dentro del Cartel de Sinaloa y la guerra de narcos entre la facci¨®n de Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n e Ismael El Mayo Zambada y la de los hermanos Beltr¨¢n Leyva. El narcotraficante dio a entender que uno de los factores determinantes fue que El Chapo convenci¨® a las fuerzas del orden de ir tras sus viejos aliados. ¡°Nos empez¨® a caer gente del Gobierno¡±, dijo El Grande. Arturo Beltr¨¢n, el l¨ªder de los Beltr¨¢n Leyva, se dio cuenta de que los operativos de captura y los decomisos se produc¨ªan casi siempre despu¨¦s de que hablaba con El Mayo o con El Chapo, al menos eso infiri¨®. ¡°Se dio cuenta de la traici¨®n¡±, dijo su antiguo lugarteniente.
La gota que derram¨® el vaso fue la detenci¨®n de Alfredo Beltr¨¢n, alias Mochomo y hermano de Arturo, en un operativo del Ej¨¦rcito en enero de 2008. Siempre seg¨²n el testimonio de Villarreal Barrag¨¢n, la facci¨®n de los Beltr¨¢n Leyva no pod¨ªa creer que el pago de millones de d¨®lares en sobornos no le ofreciera ninguna protecci¨®n. El Grande dijo el lunes que Arturo Beltr¨¢n se encargaba personalmente de entregar sobornos mensuales de m¨¢s de un mill¨®n de d¨®lares a Garc¨ªa Luna, desde que asumi¨® como director de la Agencia Federal de Investigaci¨®n (AFI) durante el Gobierno de Vicente Fox (2000-2006). Las coimas se entregaban en maletas y bolsas negras en una casa de seguridad al sur de Ciudad de M¨¦xico.
Cuando el acusado se convirti¨® en titular de la Secretar¨ªa de Seguridad P¨²blica (SSP), un ministerio reci¨¦n creado durante la Administraci¨®n de Calder¨®n, hubo un cambio en el esquema de sobornos, dijo el testigo. Garc¨ªa Luna, tambi¨¦n a cargo de la Polic¨ªa Federal en ese tiempo, ya no se reun¨ªa personalmente con los miembros del cartel, sino que mandaba casi siempre a su mano derecha, Luis C¨¢rdenas Palomino, entonces subdirector de Seguridad Privada de la SSP. Seg¨²n esta versi¨®n, el antiguo jefe de la AFI a veces supervisaba la recepci¨®n del dinero por medio de radios y llamadas remotas.
¡°?De qu¨¦ lado est¨¢s? ?Con mi primo El Chapo o conmigo¡±, le pregunt¨® Arturo Beltr¨¢n a Garc¨ªa Luna, seg¨²n el relato. ¡°El problema es de ustedes, yo soy neutral¡±, contest¨® el exfuncionario supuestamente. En opini¨®n del testigo, lo m¨¢s probable es que el secretario de Seguridad estuviera colaborando con ambas facciones al mismo tiempo. ¡°?l segu¨ªa trabajando para todos: El Mayo y El Chapo, pero tambi¨¦n para Arturo¡±, coment¨® El Grande. ¡°Hubo integrantes de la Polic¨ªa Federal que se fueron de su lado y otros se fueron con Arturo¡±, agreg¨®. ¡°Fue una guerra muy violenta, todos nos empezamos a matar¡±.
Fue despu¨¦s de la captura de Mochomo cuando Arturo Beltr¨¢n mand¨® a secuestrar a Garc¨ªa Luna, aunque no se dijo una fecha en espec¨ªfico. ¡°Lo hab¨ªan levantado en el Estado de Morelos, de camino a Cocoyoc [un peque?o poblado a una hora y media de la capital]¡±, dijo El Grande. Los narcos llevaron al miembro del Gabinete para hablar con su jefe en ¡°una oficina¡± de los Beltr¨¢n Leyva. ¡°Hablaron y despu¨¦s lo dejaron ir, se lo llevaron a donde lo hab¨ªan levantado¡±, asegur¨® Villarreal Barrag¨¢n.
El testigo record¨® que narcotraficantes como ?dgar Valdez Villarreal La Barbie o Alberto Pineda El Borrado se carcajeaban despu¨¦s de la visita del funcionario a la casa de seguridad en Morelos y conversaban en una esquina de la casa, donde hab¨ªa un mont¨®n de cargadores tirados. Eran los cartuchos de los escoltas del secretario, que no pudieron hacer nada para evitarlo. En 2010, el escritor Ricardo Ravelo dio a conocer un relato similar sobre un supuesto secuestro a Garc¨ªa Luna a manos de Beltr¨¢n, pero ¨¦l se?al¨® que fue cuando estaba al frente de la AFI. ¡°?Ya ves qu¨¦ f¨¢cil es llegar a ti?¡±, es una de las frases que Ravelo atribuy¨® al l¨ªder del cartel de los Beltr¨¢n Leyva.
El Grande dio cuenta de asesinatos, secuestros y traiciones entre los viejos socios que despu¨¦s se convirtieron en enemigos. Beltr¨¢n estaba tan molesto por la captura de su hermano que plane¨® vengarse y acabar con Jes¨²s El Rey Zambada, hermano de El Mayo. La ley del tali¨®n: un hermano por otro. ¡°El primer plan de Arturo era matarlo¡±, coment¨® Villarreal Barrag¨¢n, ¡°le dije que no, que iban a matar a Alfredo [Mochomo Beltr¨¢n] en la c¨¢rcel¡±.
El plan B era hacer que lo detuvieran. ¡°Entonces orden¨® que fuera detenido por el Gobierno¡±, cont¨® El Grande. Los Beltr¨¢n Leyva se infiltraron con la gente de El Mayo para dar con El Rey, el encargado de todos los cargamentos del cartel de El Chapo que pasaban por el aeropuerto de Ciudad de M¨¦xico. ¡°Hubo dos intentos, en el primero le dimos la informaci¨®n al Ej¨¦rcito, pero ellos se la vendieron a la gente de El Rey¡±, dijo Villarreal Barrag¨¢n, en otro testimonio sobre la supuesta corrupci¨®n que impera en las fuerzas del orden.
El segundo fue con la Siedo, la Subprocuradur¨ªa Especializada en Investigaci¨®n de Delincuencia Organizada. Esa instituci¨®n, que depend¨ªa de la entonces Procuradur¨ªa Federal de la Rep¨²blica, se encarg¨® de encabezar el operativo de captura contra El Rey Zambada. Los criminales tambi¨¦n se hab¨ªan infiltrado ah¨ª. El Grande se volvi¨® a poner el uniforme de un agente oficial del Estado y otros pistoleros se disfrazaron de agentes de la Siedo. ¡°Yo form¨¦ parte del operativo¡±, reconoci¨® Villarreal Barrag¨¢n. ¡°Hubo algunos que nos vestimos¡°. El arresto se consum¨® en octubre de 2008 en medio de un duro tiroteo en Ciudad de M¨¦xico, con apoyo de la Polic¨ªa local de la capital mexicana. ¡°Le orden¨¦ a las personas de la Siedo que tomaran fotos de Rey y todos los detenidos¡±, dijo El Grande. Ten¨ªa miedo de que los contactos de El Mayo y El Chapo lo intercambiaran por alguien m¨¢s y lo liberaran. Fue en ese punto cuando el testigo recalc¨®: ¡°En M¨¦xico todo es posible¡±.
El Grande dijo haber visto de todo en cuanto la complicidad de las fuerzas del orden con el crimen organizado. Se refiri¨®, por ejemplo, a la boda de La Barbie en Acapulco. El Cartel de los Beltr¨¢n Leyva, en la ¨¦poca en la que a¨²n eran aliados de Sinaloa, obtuvo informaci¨®n de las propias autoridades de que la ceremonia estaba infiltrada por agentes y que planeaban hacer una redada contra varios capos. Al final, los narcos se rieron del Gobierno. Ninguno se present¨® a la boda. ¡°La fiesta se hizo, pero no fuimos. Ni siquiera ¨¦l¡±.
El Grande tambi¨¦n habl¨® de su detenci¨®n el 12 de septiembre de 2010, un domingo por la tarde en Puebla, en el centro del pa¨ªs. ¡°Estaba en mi domicilio con mi esposa y mi hijo¡±, cont¨®. De pronto, un grupo de la Marina derrib¨® su puerta y lo enca?on¨®. ¡°Les di mis armas, les dije que eran a m¨ª a quien buscaban y les dije que dejaran a mi familia en paz¡±, relat¨® el narco casi al finalizar el interrogatorio de la fiscal adjunta Erin Reid. ¡°Se robaron todo lo que pudieron y me arrestaron¡±, sentenci¨®.
Tras su captura, pidi¨® hablar con un agente de la DEA. En cambio, lo llevaron con Marisela Morales, entonces titular de la Siedo. No sinti¨® confianza de colaborar con las autoridades mexicanas. Villarreal Barrag¨¢n fue extraditado en mayo de 2012, seis meses antes de que terminara el mandato de Calder¨®n, quien sostiene que no sab¨ªa de ning¨²n v¨ªnculo de los miembros de su Gobierno con el crimen organizado. Arturo Beltr¨¢n Leyva fue abatido en diciembre de 2009 en un operativo de la Marina.
C¨¦sar de Castro y los abogados de Garc¨ªa Luna tuvieron su turno de interrogar al testigo. La defensa se ha centrado en cuestionar la credibilidad de los testigos colaboradores y asegurar que se trata de una venganza pol¨ªtica contra su cliente. De Castro batall¨® para desmontar los dichos de El Grande, pese a lanzar una extensa bater¨ªa de preguntas sobre los sobornos que supuestamente fueron entregados a su cliente e insinuar que Villarreal Barrag¨¢n se iba a beneficiar de hablar contra el exfuncionario. Pero el capo ya cumpli¨® su condena y fue liberado hace por lo menos un a?o.
La Fiscal¨ªa gan¨® el primer asalto, en el que varios miembros del jurado y otras personas en la sala terminaron exhaustas, tras siete horas de audiencia. El exsecretario enfrenta cinco cargos: tres por narcotr¨¢fico, uno por delincuencia organizada y otro por falsedad de declaraciones. El siguiente testigo llamado a declarar ha sido Tirso Mart¨ªnez, un antiguo operador del Cartel de Sinaloa.
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